Pues ya eres una señora

Sí, ya soy una señora, ¿ y qué?. Me casé, tuve un hijo, tengo tuppers, tengo mas de 30 años, the whole enchilada. No siempre fue así, nunca fue mi ideal, ni mi sueño dorado; solo pasó que encontré a una persona increíble y se desató lo demás.

Nos crían para ser señoras y no me refiero a nuestros padres, sino a la sociedad. Por suerte mi mamá me crió para ser una persona independiente, es por eso que no soy tan inútil y una mamá mas o menos competente. Sin embargo, actualmente hay una gran presión social por ser la super mujer, mamá pinterest-trabajadora-empoderada con manicure perfecto, casa perfecta que va al gym y lleva una dieta keto. No pos si. Y no se te olvide ser tu misma.

Bueno, ya no hay marcha atrás pero eso no significa que automáticamente tenga que oír a Luismi 😷 y usar tubos en el pelo, noooo. Hoy en día uno se puede dar el lujo de elegir qué tipo de señora quiere uno ser, primero hay que ponerse a pensar a qué señoras admiramos y a cuales detestamos.

En mi caso admiro a mi mamá y mi suegra, por supuesto, pero si nos vamos a las celebridades pues me inclino mas por una mezcla de Emmy, Lorelai Gilmore, Jessie Cave y Stephen Fry (ya se que es un señor, pero me inspira). Al final sigo siendo yo en tennis y playera de Hey Arnold! forrando con plástico los libros del niño y haciendo sopita de fideo, pero mi día lo narran Stephen Fry y Nigella Lawson claro.

No me voy a poner tacones pero voy a comprar al super y emocionarme con las ofertas, no voy a pelear por el centro de mesa pero voy a tener siempre toallitas húmedas en mi bolsa, no voy a ver telenovelas pero ahí de ustedes si me interrumpen mientras veo Sakura Card Captor.

Aún no me hago a la idea de que me digan señora en todos lados, pero vivir en negación no sive de nada así que comper voy a tender la ropa.